Volvieron a marchar por Yuliana y su abuela denunció amenazas
"No me van a callar", exclamó a los gritos la abuela de la joven que murió tras recibir un disparo. Además, la familia de la víctima insistió con que se recaratule la causa como "femicidio".
Hoy por la tarde, familiares, amigos y vecinos de nuestra ciudad acompañaron un nuevo reclamo para que la causa que investiga la muerte de Yuliana Chevalier (20) sea caratulada como "femicidio", en tanto se conoció que la abuela de la joven asesinada, Teresita Benavídez, fue amenazada el sábado por la noche para que no hable más del tema.
Los familiares directos de la víctima, su madre, su abuela y tía estuvieron acompañados por los abogados que asumieron la representación de la familia, Claudia Míreles y Carlos Martínez Cherini, ambos de la ciudad de Córdoba, y fue precisamente el propio abogado quien adelantó que hoy la abuela de la joven se presentará ante la fiscalía del área Casos Complejos para denunciar las amenazas.
Luego de permanecer un rato en el Centro Cívico, el grupo de personas se dirigió hacia el frente del edificio de la Unidad Departamental San Justo y allí, al grito de "asesino, asesino", hicieron oír su bronca contra el único detenido: el policía Alejandro Omar Lovera (36), imputado por "homicidio calificado por el vínculo y el uso de arma de fuego".
Benavidez denunció a los gritos que el sábado le enviaron cuatro "sicarios" para que la callen.
Mañana llegaría resultado de pericias
Los abogados que representan a la familia de la joven indicaron que se reunieron con el secretario del fiscal Bernardo Alberione, Oreste Gaido, quien les confirmó que mañana jueves podría conocerse el resultado de las pericias científicas.
Martínez Cherini señaló que Lovera no ha declarado "en el expediente, no hay ninguna declaración suya", aseguró.
El abogado agregó que es muy difícil que una persona de la contextura física de Yuliana haya podido accionar el arma del policía. "Era un joven de físico pequeño por eso las dudas de que ella misma haya podido efectuarse el disparo".
Acerca de las fotografías que habría tomado con su teléfono Lovera, en donde se vería a la joven con el arma en la mano, el abogado dijo: "No nos consta de que en el expediente se encuentren esas fotos, además él, como policía, debería haber intentado quitarle el arma antes de detenerse a tomarle fotos con el celular".
"No me van a callar"
Teresita Benavídez, la abuela de la vúctima, contó que el sábado aproximadamente a las 3 de la madrugada, estando sola en su casa, escuchó cómo aceleraban el motor de un automóvil. "Me asomé por la ventana pensando que serían amigos de los chicos pero cuando me vieron bajaron el vidrio de la puerta y uno de los sujetos mostrándome un arma me hacía seña que me callara la boca porque me van a asesinar".
En tanto, "voy a seguir hablando, voy a continuar luchando para que se haga justicia, no me importa que me manden sicarios porque no me van a callar", aseveró.
Recodemos que en la madrugada del 18 de agosto, en una vivienda de barrio La Milka, Yuliana recibió un disparo efectuado por una pistola calibre 9 milímetros, el que ingresó a altura de su abdomen y salió por la parte posterior del cuerpo.
La causa del deceso fue un shock hipovolémico por efecto del disparo. El cuerpo de la víctima presentaba además huellas de haber recibido golpes cuando aún se encontraba con vida.