Vietti Colomé insistió en la versión del asalto
El veterinario declaró por más de 4 horas ante la fiscal Silvana Quaglia.
Por más de 4 horas y con la presencia de su abogado, declaró hoy ante la fiscal Silvana Quaglia, que subroga al fiscal Bernardo Alberione, el veterinario Hernán Javier Vietti Colomé (40), imputado por el homicidio de Jorge "el Turco" Jaider.
La ampliación declaratoria del profesional comenzó a las 10 de la mañana y se prolongó hasta las 14.15 que es cuando se decidió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes para continuar con el acto procesal. Vietti Colomé insistió con que fue víctima de un asalto aquella mañana del 22 de septiembre.
Se espera que el lunes una vez que finalice con su relato, el veterinario responda preguntas, aunque ya ante el fiscal Alberione que instruyó la causa y se reincorpora tras una licencia.
Días pasados se realizaron allanamientos tanto en la casa como en la clínica veterinaria de Vietti Colomé, para seguir aportando más pruebas en la causa que lo tiene detenido al veterinario, sospechado de contratar sicarios para darle muerte a un hermano. Uno de ellos habría sido Jaider.
Se habrían encontrado elementos relacionados a las artes marciales, como kimonos, trofeos, entre otras cosas, algo que se busca comprobar. Según la autopsia realizada al cuerpo de Jaider, se detectaron múltiples fracturas de cráneo.
Ya en la clínica veterinaria, personal policial habría secuestrado ketamina, una droga disociativa con potencial alucinógeno, utilizada original y actualmente en medicina por sus propiedades sedantes, analgésicas y sobre todo, anestésicas. Por este motivo se pidió intervención a la Fuerza Provincial Antinarcotráfico (FPA). Según las fuentes, lo que se intentará ahora es conocer si la sustancia estaba autorizada y además saber si existía una cadena de comercialización de la misma.
Vietti Colomé se encuentra detenido en la cárcel de nuestra ciudad y desde hace unas semanas cuenta con nuevo abogado defensor, el penalista Luis Moyano. Se encuentra imputado por "homicidio con alevosía", que prevé la pena de prisión perpetua y un juicio oral y público, con jurados populares. En un principio, la justicia no descartó que pudiera tratarse de un caso de legítima defensa, pero con el correr de los días, a través de testimonios y resultados de pericias esa hipótesis se desvaneció.