Un enfermero le salvó la vida a una abuela con maniobras de resucitación
En la Argentina se produce una muerte súbita cada 20 minutos. La mitad de las víctimas se podrían recuperar aprendiendo maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Así lo hizo el enfermero Marcelo Taverna, que revivió a Susana en un hogar de Frontera. La abuela y su "héroe" compartieron la emocionante historia.
Una buena noticia alegra a la comunidad de Frontera y especialmente a Susana Barbero de Elese, de 70 años, que vive en la residencia para adultos "La Familia", donde hace 20 días sufrió un paro cardiorespiratorio y gracias al inmediato accionar del enfermero y personal del lugar logró "volver a la vida".
Marcelo Taverna, propietario de la residencia y enfermero profesional, actuó rápidamente ante el llamado de alerta de uno de sus empleados, Lucas Valenzuela (asistente terapéutico), quien ya había iniciado con las tareas de reanimación.
"Yo vivo a tres cuadras del asilo, por lo que tardé segundo en llegar. Cuando llegué, Susana, ya no tenía pulso, no respiraba, por lo que iniciamos la reanimación cardiopulmonar (RCP) y llamamos a la emergencia (Ucemed), quienes llegaron al término de cuatro minutos", relató Taverna, en declaraciones a LA VOZ DE SAN JUSTO.
El enfermero contó que "el episodio sucedió hace unos 20 días cuando Susana se levantaba de la siesta, se sentó en el comedor y próxima a tomar su merienda se descompensó. Hizo una arritmia severa y por ello, el asistente terapéutico nos alertó inmediatamente".
Destacó que "todo se dio al unísono y en el término de cinco minutos, lo cual nos permitió restablecer a la abuela mientras se daba la descompensación".
Al respecto, mencionó "la detección precoz y el rápido accionar en tareas de reanimación y la llegada inmediata del desfibrilador, que se encuentra en la ambulancia del servicio de emergencias".
Asimismo, Taverna comentó que "cuando el servicio de emergencias baja el desfibrilador, comprobamos que Susana tenía una arritmia severa compatible con un paro cardíaco, por lo cual le hicieron una descarga eléctrica con 360 joules a la cual no respondió, seguimos reanimando y en la segunda descarga empezó a tomar ritmo paulatinamente. Llegamos a la clínica en seis minutos".
Continuando con el relato, el enfermero y propietario de la residencia para adultos, señaló que "en la clínica fue sometida a una intervención quirúrgica en la que le colocaron un cardiodesfibrilador implantado, lo que nos permite hoy volver a tenerla entre nosotros".
Finalmente, destacó la importancia del RCP y que puedan hacerlo las personas del lugar. "En este lugar no contamos con la aparatología que tienen en una clínica o ambulancia, por eso la importancia de empezar la reanimación hasta que llegue la emergencia. De hecho, nosotros hacemos cursos internos para el personal del lugar".
"Ocurren muy pocas veces este tipo de situaciones y de 100 casos sólo se salvan 4 ó 5, por eso la importancia de actuar con rapidez", concluyó.
La abuela Susana junto a su "héroe", Marcelo Taverna, y parte del personal que trabaja en la residencia "La Familia".
"Me salvaron"
Por su parte, Susana, quien recientemente se reintegró a su vida normal junto a sus amigos del hogar, expresó su agradecimiento y aseguró que "fue un milagro, pero debo agradecer a Marcelo y su familia, Lucas (Valenzuela) y a todo el personal del hogar, porque me salvaron la vida".
"Yo recién hoy (por el jueves) me enteré de todo lo que me había pasado y realmente me siento muy bien y agradecida con esta gran familia. Hace pocos meses que estoy aquí y me siento muy contenida y acompañada. Son gente extremadamente buena y si no fuese por ellos, no estaría acá", expresó Susana.
Asimismo, agradeció el acompañamiento de sus hijos Claudia y Hernán que nunca la dejaron sola, a los médicos de la emergencia médica que la asistieron y a los profesionales de la Clínica de Especialidades "Enrique J. Carrá" que la atendieron en el área de cirujía y posterior internación.