Ser positivo para cuidar la salud del corazón
Estudios revelan que ser más optimista y reducir el estrés pueden disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón. En el Día Mundial del Corazón que se celebra hoy el médico especialista Hernán Herrera de la Clínica Carrá aconseja cómo bajar los niveles de ansiedad y mejorar las conductas de salud.
Por Isabel Fernández|LVSJ
En el vertiginoso mundo de hoy, atravesado por la pandemia de coronavirus, el estrés parece no tener fin y atrapa a mucha gente en un estado constante de negatividad y nerviosismo.
Cuando alguien sufre mucho estrés disminuye el flujo sanguíneo al corazón y es uno de los factores de riesgo no menos importante que pueden enfermar al órgano clave para la supervivencia humana, sumándose a la hipertensión, colesterol alto, tabaquismo, diabetes, obesidad, sedentarismo, entre otros.
Hoy miércoles 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, fecha en la que se concientiza sobre la importancia de cuidar su salud y detectar los factores que pueden dañarlo.
Estudios revelan que ser más optimista y reducir el estrés pueden disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón. ¿Cómo bajamos el nivel de ansiedad y mejoramos las conductas de salud?.
El médico especialista en Cardiología, Hernán Herrera (MP-27533; ME-11822) de la Clínica de Especialidades "Enrique J. Carrá (h)" aseguró en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que el corazón "está constantemente dependiendo del estado emocional y se producen cambios con respecto al estado de ánimo. Cuando nos ponemos nerviosos aparece la adrenalina que se relaciona con el peligro y el miedo, mientras que cuando estamos positivos, generamos endorfinas, la hormona de la felicidad".
Entonces ser positivo, ponernos felices, es bueno para la salud cardíaca. El doctor Herrera afirmó que las endorfinas "son un potente estimulante natural que no tiene efectos secundarios. Al generarlas, se puede cambiar estado de ánimo de las personas".
¿Cómo lo logramos?. "Pensando o haciendo cosas que sean gratas para nosotros y así activar las endorfinas", dijo el médico. "Cuando hacemos algo que nos gusta estamos contentos, felices. Por ejemplo si nos gustan las artes la felicidad puede llegar cuando escuchamos música o pintamos; o cuando hacemos deportes, salimos a caminar o recibimos una buena noticia".
Las endorfinas son producidas por el cerebro y tienen una estructura muy similar a la de los opiáceos como la morfina o el opio, pero sin sus efectos adversos. Herrera dijo que éstos químicos naturales "actúan como potentes analgésicos y estimulan los centros de placer creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar".
"El cuerpo produce endorfinas como respuesta a múltiples sensaciones y cuando sentimos placer se multiplican. Aparecen como respuesta ante el dolor y el estrés, influyen en la modulación del apetito, en la liberación de hormonas sexuales y en el fortalecimiento del sistema inmunitario", añadió.
El cardiólogo dijo que las endorfinas "tienen una vida muy corta ya que son eliminadas por determinadas enzimas que produce el organismo, esto es para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo y no ocultar señales de alarma".
Pero hay una buena noticia. "Podemos recrear situaciones que disparen en nuestro cuerpo estos buenísimos estimulantes y provocar varios momentos de bienestar a lo largo del día", finalizó.
Consultar a tiempo ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares
Controles y tiempo: los aliados del corazón
Durante la cuarentena obligatoria, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, los pacientes con infarto demoraron más de lo habitual en consultar al servicio de emergencia. Esto impactó de manera directa en el inicio del tratamiento adecuado.
"Si bien, esta situación se ha ido recomponiendo en los últimos meses, todavía no llegamos a la cantidad de controles prepandemia, lo que nos impulsa a insistir con la concientización sobre el cuidado del corazón", comentó el doctor Juan Pablo Costabel, Jefe de Unidad Coronaria del Icba Instituto Cardiovascular.
Por su parte el doctor Juan Furmento, Jefe de Emergencias del Icba, dijo en relación al período prepandemia que actualmente "estamos atendiendo 10% menos de consultas en guardia, sin embargo, el porcentaje de pacientes que se internan pasó del 9 al 20% lo que indica una mayor gravedad de las consultas".
Señales de alerta
Los síntomas más frecuentes de las complicaciones cardíacas son: dolor torácico o dolor de pecho, disnea o dificultad para respirar, fatiga o disminución del rendimiento, palpitaciones, mareos y síncope.
Ante la presencia de dolor de pecho profundo, que puede sentirse como opresivo e irradiarse a la espalda, mandíbula, oído, estómago y brazos, se puede sospechar angina de pecho. Este dolor suele aparecer al hacer esfuerzos y desaparecer en pocos minutos al cesar la actividad. Cuando el dolor se presenta y dura más de 10 minutos se debe consultar a la brevedad a un sistema de emergencia.
La disnea o dificultad respiratoria y la fatiga también pueden estar indicando una angina de pecho atípica o alguna cardiopatía, por lo que es importante consultar cuando se perciben.
El mareo es un síntoma muy inespecífico y puede deberse a muchas causas. En ocasiones, es la situación previa al síncope, pudiendo haber pérdida de conocimiento.
Las palpitaciones o sensación de que el corazón no late con normalidad podrían referir a una arritmia y lo habitual es que tengan un significado benigno, pero también podrían estar advirtiendo sobre alguna cardiopatía importante, por eso no hay que dejar de consultar siempre que se produzcan y no conozcamos su naturaleza.
Los síntomas del infarto de miocardio son variables. No son los mismos en todas las personas, cada una puede presentar una combinación distinta.