Reparación del empedrado
Nuestro empedrado céntrico, el tapiz de unas 300 cuadras de la ciudad, está próximo a cumplir 90 años de existencia. Por ello, debe ingresar a la década hacia su centenario en condiciones aceptables de mantenimiento para continuar siendo una muestra representativa de nuestra ciudad, un símbolo que no puede ser desdeñado por voces que reclaman "modernización" sin comprender que la memoria urbanística de cualquier población requiere de la conservación de los hitos esenciales que dieron origen a lo que hoy somos.
El municipio anunció que han comenzado los trabajos de reacondicionamiento del empedrado de varias calles céntricas. Las obras comenzaron en las inmediaciones de la Estación Terminal de Ómnibus y continuarán por varias arterias más, con el objetivo de devolver transitabilidad a la circulación vehicular en algunas zonas donde el empedrado se encuentra deteriorado y con ondulaciones.
Ciertamente, en las calles que rodean a la Terminal se observan las deficiencias en el mantenimiento del empedrado, habida cuenta de que los pesados vehículos que por allí transitan son la causa del "sufrimiento" de la calzada. Pero no es el único lugar en donde los hundimientos se producen. Por ello, el trabajo de reparación, consolidación y manutención de este patrimonio sanfrancisqueño debe ser permanente.
Como se afirmó en el informe publicado en este diario, las tareas frente a la Terminal aprovecharán el parate del transporte interurbano como consecuencia de la pandemia y la cuarentena. No obstante, será preciso establecer áreas de trabajo que eviten el colapso del tránsito que, en algunas horas del día, es mucho en esa zona. Quizás habrá que contar con la presencia de agentes de la Dirección de Tránsito municipal para ordenar la circulación, en virtud de que el semáforo de 9 de Julio y Juan B. Justo puede convertirse en un obstáculo cuando se inicie la obra.
El empedrado es una marca registrada de la ciudad. De un centro que se moderniza, pero que exige mantener en condiciones el patrimonio histórico. Con ese espíritu, es bienvenido el anuncio de los trabajos de reparación. Porque se trata de una postal identificatoria de nuestra urbanidad. Y también porque el centro sanfrancisqueño no puede mostrar un tapiz de piedras desordenado y desnivelado, por el cual se hace difícil no solo transitar con vehículos de cualquier tipo, sino incluso cruzar una calle a pie.
Nuestro empedrado céntrico, el tapiz de unas 300 cuadras de la ciudad, está próximo a cumplir 90 años de existencia. Por ello, debe ingresar a la década hacia su centenario en condiciones aceptables de mantenimiento para continuar siendo una muestra representativa de nuestra ciudad, un símbolo que no puede ser desdeñado por voces que reclaman "modernización" sin comprender que la memoria urbanística de cualquier población requiere de la conservación de los hitos esenciales que dieron origen a lo que hoy somos.
Es por esto que la tarea de preservación del adoquinado debe ser permanente. Porque sin dudas evitará trastornos, pero además porque así lo exige la ordenanza municipal que lo ha declarado como patrimonio histórico. Se impone que esta tarea anunciada se prolongue a todas las cuadras en donde se evidencian inconvenientes. Reparar el empedrado hace falta sin dudas. Resguardarlo y protegerlo también.