La “Velez” se tiñó con los colores de la diversidad
Estudiantes de Comunicación Social e integrantes del Centro Trans inclusivo dieron cierre a un proyecto que los unió desde lo académico para contar la exclusión a la que las chicas se enfrentan diariamente. Los grupos se unieron en la lucha y le dieron vida al primer Festival Trans de la ciudad y al primero que celebra la diversidad.
Hace dos meses un grupo de estudiantes de Comunicación Social empezaron una materia llamada Narrativas Transmedia y que está a cargo en la sede local de la Universidad Nacional de Villa María (Unvm) de la docente Claudia Ardini.
La trayectoria de la curricula está pensada en aplicar los conocimientos teóricos a un proyecto con un grupo social u organización que les pareciera de relevancia, de tal forma que la vinculación les permita tener un proyecto comunicacional a exhibir en el final del cursado de la materia.
Así fue que los chicos que están en 5° año y próximos a egresar decidieron probar suerte y trabajar junto con las integrantes del Centro Trans de nuestra ciudad, y no les tomó mucho tiempo decidir que la apuesta podría funcionar y traer buenos resultados para los dos grupos.
La sinergia entre todos fue tal que se produjeron una serie de cambios producto de la vinculación que trascendieron al propio trabajo universitario de los y las estudiantes que concurren al Centro Regional de Educación Superior (Cres).
"Hace aproximadamente dos meses trabajamos con los chicos, se acercaron a preguntar si estábamos interesadas y aceptamos. Primero los informamos un poco sobre nuestra comunidad y la movida trans, en qué trabajábamos como grupo y los integramos", contó sobre aquel primer contacto Jimena Agüero aLA VOZ DE SAN JUSTO.
Con los acercamientos empezaron a delinear la planificación y producción de un audiovisual donde se reflejara la vida y lucha diaria de las chicas trans en nuestra ciudad. Situaciones de discriminación, exclusión, prejuicios e incomodidad que muchas veces les hacen sentir y las lleva a no encontrar trabajo, tener que prostituirse, quedar marginadas socialmente, solo por ser parte de esta comunidad.
Simbiosis
Mientras se desarrollaba el proyecto surgieron otras situaciones y luchas que las chicas vienen denunciando desde hace tiempo. Una de ellas fue que se debata en el Concejo Deliberante el proyecto de inclusión laboral trans, sobre el cual ellas están en manifiesto desacuerdo, tal como lo habían expresado a este diario semanas atrás.
No estuvieron solas en todos esos pasos. Los chicos de Comunicación Social siguieron a su lado y aprovecharon también para poder reflejarlo en su trabajo.
Los testimonios de las chicas también se complementaron con entrevistas a estudiantes de Abogacía de Uces que trabajan el tema desde el punto de vista jurídico y después con el proyecto propuesto por los ediles consiguieron que se expresaran los distintos espacios políticos.
"Fuimos encontrando cosas comunes en sus experiencias, por parte de los partidos se predispusieron a generar una política pública - y agregaron -. Respecto del trabajo nacían tantas propuestas que excedían a la materia y seguramente vamos a seguir dándole una mano a las chicas", indicaron dos de las estudiantes Belén Luna y Julieta Balari.
A las integrantes del Centro Trans Inclusivo se le unieron los estudiantes de Comunicación Social Julieta Balari, Belén Luna, Silvina Funes, Nicolás Bailo, Emanuel Gallegos, Fabricio Llanes, Sofía Decaroli y Belén Nari. La docente a cargo es Claudia Ardini quien estuvo presente en el festival.
El primer festival trans
Así surgió la idea de realizar un el primer Festival Trans de nuestra ciudad donde se mostró no solo el producto audiovisual sino que se vivió una tarde de reconocimiento entre las personas, rompiendo una vez más la valla de los prejuicios.
"Teníamos que trabajar con una organización que llevaran adelante un reclamo. Tuvimos varias reuniones, queríamos que fueran las protagonistas y plantearan también sus propuestas", explicó Belén, participante del proyecto. Esas propuestas se basaban sintéticamente en mostrar cómo es su vida, a qué se enfrentan y darlas a conocer.
Su compañera Julieta también dijo: "A medida que entramos en contacto fue imposible no empatizar" y decidieron que el festival fuera no solo la apropiación del espacio público para contar lo que sucede sino también para "generar conciencia de las situaciones que pasan donde muchas veces ni siquiera pueden llevar una vida digna".
Aprendizaje recíproco
A medida que fue desarrollándose el proyecto las dos partes fueron aprendiendo. Los estudiantes con cosas que tal vez desconocían, algo que para Jimena no es malo porque puede haberse debido a la edad y a que su lucha no es reciente, sino que primero es amplia y después se remonta a varios años atrás.
Ellas notaron que no estaban más solas y por eso decidieron en el último tiempo abrir su organización a más gente. Acerca de esta motivación explicó Jimena: "Estos chicos más allá que es un trabajo quieren seguir trabajando y luchando con nosotras por la inclusión laboral. Por eso decidimos cambiar a Centro Trans Inclusivo aceptando a cualquiera que quiera sumarse. Es genial que pase esto porque años atrás hacerlo era algo impensado".
Al final una tarea académica se convirtió en una vorágine muchos más grande que ninguno de los dos grupos podía imaginar. Los y las miembros del Centro sienten que "se empoderaron mucho más" y "adquirieron nuevos conocimientos. Se sumó mucha gente y hay una respuesta muy positiva de la sociedad" lo que genera una linda sensación de felicidad.
Las chicas trans no volverán a caminar solas. Los estudiantes no verán más un proyecto quizás de la misma manera. La ciudad no será la misma después del primer Festival Trans.