El día después
Si bien ya no se puede hacer nada, aún con mucha bronca y la realidad está escrita, la selección Argentina sufrió la presencia del árbitro ecuatoriano Zambrano. Pero es tiempo de mirar para adelante, pensar que al menos hay cosas positivas para rescatar y empezar de nuevo.
Pasan las horas y la bronca crece. El sinsabor de la eliminación no se va. Es que no fue una noche normal. Algo nos pasó. Algo nos hicieron y de alguna forma nos sacaron la ilusión. No queríamos nada raro, solo justicia, pero no la hubo.
Y repitiendo un concepto ya escrito, no pasa por una cuestión de "llorar", pasa más por orgullo. Por saber que tuviste la chance de hacer historia, pero no te dejaron. Se dijeron tantas osas este miércoles luego d del partido, donde ya se involucraron familiares del árbitro, sospechas cruzadas contra Conmebol y otras tantas situaciones que no hicieron más que enaltecer el trabajo del equipo argentino. Equipo por cierto que a lo largo de la Copa no hizo tantos méritos como en un solo partido.
En 90 minutos los dirigidos por Scaloni hicieron mucho más que en 4 partidos anteriores. Y nada menos que ante el local, el gran favorito, el mejor conjunto y de las mejores individualidades.
Son muchas las cuestiones que te hacen generar esa bronca que perdurará unos días. Como no sentir que te robaron, si hasta el propio capitán y figura Lionel Messi, lo dejó claro, diciéndolo abiertamente frente a las cámaras.
Lo triste es que ya nada se puede solucionar. Salir a pedir que se juegue de nuevo el partido es una locura. Ya está. Hay que pensar en lo que viene. Lo malo es que quizás alguna vez nos hemos regodeado de una situación similar y ahora que la sufrimos nos parezca una locura. Por eso hay que dejar claro el sentimiento y listo. No mucho más que eso.
Lo positivo
Dejando de lado lo ocurrido con el árbitro, quedaron cosas para rescatar en esta eliminación. Se sabía de la importancia del juego, del rival que estaba por delante y de que por dos horas iban a ser atracción mundial. Aun así, varios jóvenes argentinos respondieron y rindieron bien el examen.
Esto para nada quiere decir que ya se hayan ganado un lugar en la selección de forma indiscutible. Superaron una prueba y demostraron carácter, será cuestión de ellos ahora seguir aprovechando las chances. Algo que tienen a favor, es que los de la "guardia vieja", sobre todo Di María y Otamendi, ya les pueden ir cediendo su lugar.
Las apariciones de Paredes, De Paul, Martínez y Foyth son una bocanada de aire fresco. Al menos hay algo. Alcanza para volver a ser potencia mundial? No. Todavía es mucho el camino que hay que recorrer, lo bueno es que ya hay algo sembrado.
Lo que sí deberían aprender estos jóvenes, es no seguir las malas costumbres de los de antes. Su trato con la gente debe ser muy bueno, también con la prensa y sobre todo, poner a la selección por encima de todo.