Bebederos, deuda pendiente en las plazas de la ciudad
No solo están deteriorados, también tienen un formato que a más de uno le resulta incómodo utilizar. Tomar agua en un espacio público sigue siendo una difícil misión.
Años atrás, cuando en la ciudad aun no todos tenían cañerías que llevaran el agua corriente al interior de las casas los picos eran parte del paisaje urbano sanfrancisqueño.
Con el tiempo fueron quedando en desuso, aunque algunos sobreviven en distintas partes, pero tomar agua en un espacio público sigue siendo posible gracias a los bebederos.
En algunas plazas hay canillas sueltas, bebederos en malas condiciones y que resultan hasta incómodos de utilizar.
En la última sesión del Concejo Deliberante, el bloque de Cambiemos instó a la municipalidad mediante una resolución, que fue aprobada, a que se realice mantenimiento y se tomen medidas de seguridad para proteger los bebederos existentes en las plazas de la ciudad.
Concretamente, los ediles pidieron que se reacondicionen y adosen sistemas anti - vandálicos en plazas y paseos, entre los que se encuentran la Plazoleta del Parque Cincuentenario, el Paseo Cervantes, el Jardín Botánico, 1° de Mayo, General Paz, Sarmiento, Jardín, 9 de Septiembre, Cottolengo y en el Centro Cívico.
Incómodos y rotos
Actualmente la tarea se dificulta por la incomodidad del formato que presentan, la falta de mantenimiento y también el vandalismo. Muchos optan por el kiosco más cercano o ir con la propia botella cargada de agua, pero gastar no es la opción.
A esto hay que sumarle la llegada de espacios saludables -con máquinas para hacer ejercicios- a las plazas, que son aprovechados por los sanfrancisquueños. Pero alrededor pocas veces se encuentra un bebedero que funcione correctamente.
En la plazoleta que se construyó en el Parque Cincuentenario, que es el último espacio donde se colocaron, ya se encuentran rotos motivando los reclamos de los vecinos. Hay otros sectores como la plaza General Paz que cuentan con una canilla, misma realidad que en la Plaza Cívica, donde se halla escondida detrás de unas piedras.
En su iniciativa, los concejales pidieron que el formato de los bebederos se revise de manera tal que puedan ser mejor aprovechados por los vecinos. Asimismo solicitaron que los deteriorados o rotos sean reparados.
El agua es un servicio esencial y un derecho que debe ser respetado. Tal vez comprarla se haya convertido en un hábito, pero lo natural también es posibilitar a los vecinos - y las mascotas - tener un bebedero cerca donde hidratarse. En cualquier barrio.