Alumnos de una escuela rural de Corrientes identificaron a un héroe de Malvinas
Ramón Cirilo Blanco nació en Corrientes. Murió a los 19 años en la guerra de Malvinas. Gracias al trabajo de los estudiantes de Arroyo Pontón, quienes investigaron su historia, pudieron reconstruir su vida y bautizaron a la escuela con el nombre del héroe.
"De la nada los chicos hicieron una biografía ni siquiera conocida por la familia. Cada uno de los familiares que encontramos conocía una parte de Ramón", subrayó la directora Mabel Miranda.
A Ramón Cirilo Blanco le sacaron sólo dos fotos en su corta vida: en una de ellas se lo ve de perfil, elegante con su camisa de fiesta. Tuvo una vida difícil y una muerte de héroe. Había nacido en un pequeño paraje de Corrientes. Lo criaron sus tías y abuelas. Le tocó trabajar desde muy chico en la cosecha de algodón y nunca pudo terminar la primaria. Murió combatiendo en Malvinas junto al Regimiento de Infantería 12. Tenía 19 años.
Durante 37 años su familia nada supo de su destino final. Hasta que en enero, su tumba en el cementerio de Darwin dejó de tener la placa que rezaba Soldado argentino solo conocido por Dios y Ramón fue identificado.
La placa que hasta enero de este año estuvo debajo de la cruz de Ramón Blanco en el cementerio de Darwin, fue entronizada en la escuela de Arroyo Pontón
"Pudimos bautizar nuestra escuela con su nombre, porque es lo que se merecen estos héroes", detalló Mabel.
"Tengo mucha emoción. De Ramón me acuerdo que no vivía con nosotros. Le gustaba escuchar música, bailar. Era un joven muy alegre y trabajador", afirmó la hermana del soldado, Mónica Gómez.
"Cuando él fallece le avisaron a mi mamá que Ramón había ido a la guerra. Nosotros sabíamos que hacía el Servicio Militar", agregó Mónica.
Y si bien la historia de Ramón Cirilo Blanco está teñida de dolor e injusticia, ahora también tiene mucho de esperanza y otro tanto de encuentros.
"Nosotros hemos aprendimos del dolor de la familia. Ese dolor se transforma en amor. Los papás lo único que quería saber es dónde estaban sus seres queridos, nunca cortaron la ruta, nunca hicieron nada. Solo querían saber", acotó Julio Aro ex combatiente que se puso al hombro el proceso de identificación de los soldados bajo la fundación "No me olvides".
"Lo lindo que hoy sabemos la historia de Ramón Cirilo Blanco. Antes era un número más, es maravilloso cómo se le puede devolver la identidad a una placa sin nombre ni apellido", resaltó Julio.
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